domingo, 1 de mayo de 2011

Asesinato en la niebla (2). Por Héctor Castro Ariño

Al entrar en el hostal pidió su habitación y, una vez instalado, se fue a hacer un recorrido por el pueblo. El pueblo no llegaba a las dos mil almas. Allí, ni Frago conocía a nadie ni nadie conocía a Frago sino por los diarios. Eran demasiados años fuera de la comarca y un pueblo demasiado lejos del suyo. La aparición de un cadáver en los alrededores del pantano una madrugada de niebla había alterado la vida de los vecinos de esa localidad. De este hecho solo hacía dosdías pero para la gente parecía una eternidad. Caminó un par de horas, recorrió todas las calles, observando todos los detalles, hasta los más insignificantes. Llegó al lugar donde había aparecido el cuerpo. Era un sitio tétrico, al lado del gran pantano. La zona ya había sido limpiada, pero aún así Frago tenía la esperanza de encontrar alguna pista. La víctima se llamaba Paco, Paco Salat. Era un vecino del pueblo, vivía en una torre. No estaba casado y no tenía familia. Era un hombre afable, aunque un poco reservado y con aires de misterio. No tenía grandes propiedades, así que el móvil económico del crimen se descartaba. Además, en el testamento lo dejaba todo a unas monjas de un convento. Paco Salat hacía sesenta años el día que se encontró el cuerpo. El inspector Frago observó cuidadosamente el lugar y le llamó la atención unas marcas profundas que aún quedaban y que conducían hacia el pantano. Las siguió. Al llegar al lado del pantano las pisadas acababan en dos rastros alargados, como si hubiesen arrastrado algo pesado. Eran ya las nueve de la mañana y Frago se volvió chino chano hacia el pueblo. Lo primero que hizo fue irse a comer algo al café de Mulet, en la plaza Mayor del pueblo. Desayunó oportunamente y, pronto, algunos hombres que había en el café lo invitaron a jugar al guiñote. Frago aceptó gustosamente la invitación. En la mesa había cuatro jugando por parejas. Cuando ya había trasncurrido algo de tiempo y la confianza se hacía más grande, el policía empezó a hacer preguntas sobre el incidente de la otra jornada. Los compañeros de partida de Frago hablaron sin tapujos del tema. Paco Salat era un buen hombre, pero las malas lenguas decían que se llevaba algo sucio entre manos, nadie sabía qué era, pero lo habían visto muchas noches cerca del pantano con algunos forasteros. Nadie había visto de cerca a los acompañantes de Paco, pero sí que habían visto que llegaban y se marchaban del pantano en unas barquitas, muy simples, sin motor. En la mente del inspector enseguida se le aparecieron esas marcas que había visto en la orilla del pantano y rápidamente el agente las relacionó con las barquitas, o con la barquita. Eran marcas recientes, por lo cual posiblemente la noche del crimen esos forasteros también estuvieron allí. Siguieron jugando a casrtas hasta las diez y media aproximadamente. A las doce el inspector Frago se fue a misa. El cura era de un pueblo de la comarca. Cuando acabó la celebración el comisario se quedó en la plaza de la iglesia charlando con la gente. Toto el mundo hacía grupitos, corros. Frago se puso en el primer corrillo que se formó. A la una pasada la plaza se quedó vacía y la gente se fue a hacer el vermut a los bares del pueblo. La localidad tenía dos bares aparte del hostal. El policía se fue a hacer el vermut al hostal con el grupito con el que había estado a la salida de la iglesia. En el hostal no fue Frago quien sacó el tema del asesinato, sino que uno de los hombres con quien hablaba introdujo el asunto.

-¡Qué barbaridad, un asesinato en el pueblo! -exclamó.

-¡Qué desgracia! -contestó otro-. ¡Quién lo iba a decir! Pobre Paco

-No sé por qué demonios os sorprendéis tanto. Todo el mundo sabe que Paco Salat no sé qué trapicheos se llevaba entre manos, pero no era trigo limpio -añadió un tercero-. Paco era un buen hombre, pero estaba metido en algún lío.

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3 comentarios:

  1. Cuando voy a tener la novela completa?
    Desde ecuador
    Creo que me va a gustar mucho.

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  2. No se si llega mi comentario, cada dia hay algo nuevo.
    Desde Ecuador

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  3. Muchas gracias por seguir el blog y la novela, amigo. No te preocupes, cada semana colgaré un capítulo nuevo de la novela. Un abrazo y gracias por estar ahí.

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