Hoy iniciamos un recorrido por el mundo de los Templarios de la mano de Jesús Martínez, quien nos ha hecho llegar una serie de magníficos trabajos sobre ellos. Iremos publicando su trabajo en diferentes capítulos. Comenzamos con una introducción en la que Jesús Martínez nos habla del mundo templario del Bajo Aragón turolense.
Pinceladas Templarias (1), por Jesús Martínez
A
Manera de Prólogo
No hace mucho, varias personas en diferentes visitas, expresaron con sinceridad lo que opinaban sobre mis escritos. Unas críticas fueron favorables y otras desfavorables. Es algo que me gusta. Todo escritor, como todo artista, debe tener sus defensores y sus detractores. Es lógico porque el pensamiento es diverso. Es un mundo en cada mente. Están en su inalienable derecho. En cualquier caso, favorables o desfavorables, no deben influir en el hacer de quien escribe, dentro de una necesaria humildad del aprendiz de sabio. "Quien no sabe escuchar, nada tiene que decir". Además, si deja de tener opiniones contrarias, deja de ser artista.
Coincidieron en su gusto por los temas referidos a "los templarios". Una Orden Religiosa Militar a la que presumiblemente tan ligada estuvo Torrevelilla (Teruel). Torrevelilla está muy próxima a La Ginebrosa, que fue plaza fuerte de los templarios dependientes de la encomienda de Castellote y cuyos dominios se extendían por los pueblos de alrededor hasta la propia La Ginebrosa, incluida la población del Mas de las Matas.
Mas de las Matas era, en aquellos tiempos, una torre agrícola de aprovisionamiento propiedad de los hermanos Mata. La encomienda de Castellote dependía del Maestre o Maestrazgo de Cantavieja. Recordad que está escrito: "Cuando la Orden de El Temple fue disuelta, los templarios de Castellote fueron llevados presos desarmados a La Ginebrosa". El escudo de Torrevelilla parece avalarlo. Son innumerables los masos o torres de abastecimiento en El Maestrazgo turolense y castellonense, viéndose algunos desde la carretera. Hay poblaciones que tienen varios masos fortificados, algunos de ellos aún en servicio agrícola. Unos de estos masos fortificados, con el permiso del rey, abastecía de harina a varios pueblos de los alrededores.
Un paréntesis para comentar. Muchas veces he pensado que si en "El Desierto de Calanda” en lugar de un monasterio hubiese aparecido un pueblo, posiblemente se hubiera llamado Torre Ginés o simplemente Torreginés y, probablemente, hubiera sido una "torre defendida y fortificada" como Torrevelilla. Y una puntualización que se me ocurre. La carretera que hoy conocemos como Alcañiz-Castellote, no hace tanto se llamaba carretera Alcañiz-Cantavieja, pasando por Castellote, como reminiscencia y recuerdo de aquellos caminos medievales de herradura. Caminos que confluían en "los cuatro caminos". Uno iba desde Alcañiz hacia Castellote-Cantavieja, otro hacia La Ginebrosa y otro venía desde Valdealgorfa y más allá llegando a Valderrobres.
Aprovechando unos trabajos enviados a una persona que me consultó al respecto, trataré de hacer un resumen lo más clarificador posible. Bien entendido que es muy difícil ceñirse a un concepto sin hacer referencia a otros.
Coincidieron en su gusto por los temas referidos a "los templarios". Una Orden Religiosa Militar a la que presumiblemente tan ligada estuvo Torrevelilla (Teruel). Torrevelilla está muy próxima a La Ginebrosa, que fue plaza fuerte de los templarios dependientes de la encomienda de Castellote y cuyos dominios se extendían por los pueblos de alrededor hasta la propia La Ginebrosa, incluida la población del Mas de las Matas.
Mas de las Matas era, en aquellos tiempos, una torre agrícola de aprovisionamiento propiedad de los hermanos Mata. La encomienda de Castellote dependía del Maestre o Maestrazgo de Cantavieja. Recordad que está escrito: "Cuando la Orden de El Temple fue disuelta, los templarios de Castellote fueron llevados presos desarmados a La Ginebrosa". El escudo de Torrevelilla parece avalarlo. Son innumerables los masos o torres de abastecimiento en El Maestrazgo turolense y castellonense, viéndose algunos desde la carretera. Hay poblaciones que tienen varios masos fortificados, algunos de ellos aún en servicio agrícola. Unos de estos masos fortificados, con el permiso del rey, abastecía de harina a varios pueblos de los alrededores.
Un paréntesis para comentar. Muchas veces he pensado que si en "El Desierto de Calanda” en lugar de un monasterio hubiese aparecido un pueblo, posiblemente se hubiera llamado Torre Ginés o simplemente Torreginés y, probablemente, hubiera sido una "torre defendida y fortificada" como Torrevelilla. Y una puntualización que se me ocurre. La carretera que hoy conocemos como Alcañiz-Castellote, no hace tanto se llamaba carretera Alcañiz-Cantavieja, pasando por Castellote, como reminiscencia y recuerdo de aquellos caminos medievales de herradura. Caminos que confluían en "los cuatro caminos". Uno iba desde Alcañiz hacia Castellote-Cantavieja, otro hacia La Ginebrosa y otro venía desde Valdealgorfa y más allá llegando a Valderrobres.
Aprovechando unos trabajos enviados a una persona que me consultó al respecto, trataré de hacer un resumen lo más clarificador posible. Bien entendido que es muy difícil ceñirse a un concepto sin hacer referencia a otros.
La Orden de El Temple fue
la primera y más grande Orden creada para luchar contra el sarraceno. Su poder,
riquezas, sabiduría, posesiones, valentía y coraje fueron inmensos. En un
momento dado, afirman algunos estudiosos, sus riquezas equivalían a todos los
bancos de Europa juntos y sus ejércitos eran más poderosos que los de cualquier
rey del mundo conocido. Esto fue una de las principales causas de su perdición.
Pero todo esto lo iremos viendo. A decir verdad, en aquella época feudal nada
podían los ejércitos de la mayoría de los reyes sin las mesnadas de los señores
feudatarios que le habían rendido pleitesía en la "Torre del
Homenaje" del castillo. La pleitesía podía rendirse al rey o a otro señor
más poderoso, generalmente con título nobiliario. Aunque este, a su vez,
hubiese rendido homenaje a otro señor más poderoso o al mismo rey. En la “Torre
del Homenaje” se entregaba, simbólicamente, un puñado de tierra y una rama de
árbol. En caso de guerra, todos acudían con sus mesnadas, portando sus divisas
y estandartes para poder ser identificados en el campo de batalla. Los
templarios no rendían pleitesía a nadie. Se los buscaba y requería.
Si nos fijamos, ese
acuerdo es parecido a la actual OTAN o al antiguo PACTO DE VARSOVIA. Este
pensamiento me lleva a su vez a cavilar que "no hay nada nuevo bajo el sol",
solo diferente, reformado y transformado en la evolución del ser humano,
adaptando aquella raíz a los nuevos tiempos. Por eso he escrito más de una vez
que el vocablo "medieval" no significa retrógrado o ignorante. El
medievalismo fue la madre de culturas llegando hasta la nuestra, por ejemplo en
cuestiones bancarias y en Medicina, derivada esta última de la Alquimia. Solo
tenemos que recordar a Ibn Rushd, conocido como el sabio Averroes, médico y
filósofo (1126-1198).
Autor: Jesús Martínez
Autor: Jesús Martínez
PinceladasTemplarias
(12), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (13), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (14), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (15), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (16), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (17), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (18), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (19), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (y 20), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (13), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (14), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (15), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (16), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (17), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (18), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (19), por Jesús Martínez
Pinceladas Templarias (y 20), por Jesús Martínez