Buenos
días:
Como adelantamos en
este espacio hace algunas semanas, la administración de las vacunas anti-covid
en España está siendo un caos y, tanto las Administraciones estatales como las
autonómicas están realizando una gestión nefasta. La ministra de Defensa,
Margarita Robles, ha ofrecido la ayuda del personal sanitario del Ejército para
vacunar; también se ha ofrecido el sector de la sanidad privada. Pero aún
seguimos a la espera de que la Administración se decida a aceptar dichas ayudas
mientras vemos cómo el ritmo de vacunación es muy lento y viendo incluso cómo
algunas autonomías no vacunaron el pasado día 6 de enero porque era festivo. Es
una pena que en España se siga primando lo ideológico y lo político a lo
sanitario y, más aún, en un caso de pandemia como el que estamos sufriendo.
Hoy me centraré en algo que, aunque espero que no llegue a producirse, el mero hecho de que lo hayan pensado autoridades políticas de nuestro país es ya suficiente como para ver en qué manos estamos los ciudadanos. Aunque pueda tratarse de un globo sonda, este ya dura más de un mes como propuesta gubernamental de la Generalitat de Cataluña. Como saben todos ustedes, el próximo 14 de febrero, día de San Valentín, están previstas las elecciones autonómicas en Cataluña. Este próximo viernes el Ejecutivo catalán informará si se aplazan o no dichos comicios. El problema viene en la propuesta que está sobre la mesa de cómo organizar las votaciones, en caso de que finalmente se lleven a cabo en la fecha prevista.